Palacio de Santoña

En el año 1893 arruinada a consecuencia del largo proceso, y por embargo judicial, la duquesa de Santoña debe abandonar el palacio.

Composiciones simétricas con perspectiva horizontal, combinando ladrillo con cantería, sobre todo en la portada principal, labrada en granito y con los elementos decorativos habituales hasta entonces en la madera de los retablos, que Ribera se especializó en aplicar a portadas palaciegas.

Cuando en el siglo XIX los duques de Santoña adquirieron el palacio lo adaptaron a los gustos de la época, decoración exótica con influencias orientales, que se ha conservado hasta la actualidad.

En las paredes de sus estancias hay pinturas alusivas al comercio y a la industria, entremezcladas con otras relacionadas con las Bellas Artes.

Varios salones del palacio son dignos de nombrar por su valor artístico: