El edificio es considerado un "Bien de Interés Cultural del Ámbito Municipal (BICM)" inventariado en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de Montería.
[1] El palacio fue nombrado en honor al lugar llamado Naín, donde fue enterrado el Cacique Jaraguay que lideraba a los indígenas Sinú o Zenú.
[2][3] El nombre ha sido criticado por ser un "monumento a la crueldad, al crimen, a la ambición de tesoro y al desgobierno".
[2] La obra fue construida bajo contrato por la empresa Seizer & Martelo, que la finalizó en 1956, y fue inaugurada por el entonces gobernador departamental Miguel García (1953-1957), y el dictador militar General Gustavo Rojas Pinilla.
[4] Durante la tenuria de Edwin Besaile y su Secretario de Infraestructura Carlos Angulo Martínez, se gestionó y se llevó a cabo un proceso de remodelación en ocho pisos del edificio, a un costo de 2.400 millones COP.