Se compone de un bloque central y dos alas.
El Palacio de Soestdijk pasó a ser propiedad del Estado de los Países Bajos en 1971, aunque fue usado por la princesa Juliana (Reina de los Países Bajos desde 1948-1980) y el príncipe Bernhard como su residencia oficial hasta sus muertes en 2004.
Desde la primavera del 2006, es posible visitarlo, aunque está en espera de una decisión sobre su uso futuro.
El palacio y la finca se convierten en un campo de pruebas para la innovación, donde se presentan institutos, empresas y entrantes.
El área forestal aún cerrada está abierta a usuarios de ocio.