La tradición florentina está presente en el patio interior que es cuadrado y sobre todo en la utilización del esgrafiado, tomada del gótico, allí representa guirnaldas que sirven para unir una serie de tondos.En 1655 vendieron el edificio a la familia Riccardi, que posteriormente realizó importantes reformas para engrandecerlo.Las remodelaciones que ocurrieron en la segunda década del siglo XVI, fue en una parte del palacio, Miguel Ángel diseñó dos ventanas suplementarias ya que se cerraron los soportales y se colocó en el patio central la estatua de Orfeo, obra de Baccio Bandinelli.Alrededor del 1685 la familia Riccardi encargó la construcción de la escalinata de la entrada y se añadieron siete ventanas distribuidas entre la primera planta y la segunda.Estas remodelaciones no afectaron el diseño original de Michelozzo ya que se ejecutaron con tal perfección que no perdió el equilibrio en ningún momento.
Estatua de Orfeo, obra del escultor y pintor Baccio Bendinelli