El palacio fue encargado por Girolamo Caprara, y la tradición sostiene que el trazado primario, completado en 1603, se debe al arquitecto Francesco Terribilia.
Las posteriores remodelaciones en 1705 fueron realizadas por Giuseppe Antonio Torri y su alumno Alfonso Torreggiani.
La planta noble, con una gran escalera de entrada atribuida a Antonio Laghi, tiene frescos de Petronio y su hijo, Pietro Paltronieri (llamado il Mirandolese), Vittorio Maria Bigari (1720 c.), y Bernardo Minozzi.
En 1805 Napoleón se hospedó en el edificio y más tarde lo adquirió.
A la derecha del palacio se situaba una pequeña capilla con obras de Fortuzzi Speziali, Carlo Cignani, Giuseppe Marchesi, Vittorio Bigari, Angelo Pio y Antonio Pavona.