De esta relación se benefició también Paheri, que fue nombrado nomarca por Tutmosis I.
La tumba subraya el importante papel que tenía Nejab a principios de ese siglo.
La tumba consiste en una capilla de una sola habitación desde la que se desciende a la cámara funeraria por un estrecho corredor.
En el centro están los rituales de la muerte y en la pared este se aprecia un gran banquete.
En un nicho situado en el panel trasero hay tres estatuas, las de Paheri, su esposa Henuterneheh y su madre Kemi.