El sitio está sacralizado a Otontecutli, el Dios del Fuego Viejo, advocación otomí.
[2] Se trata de un sitio que se desarrolló entre el año 300 y 1100; está integrada por tres plazas, en la primera hay una pequeña estructura cuadrangular a 80 metros al poniente, existe un pequeño conjunto de estructuras y una zona con abundantes petroglifos.
[3][4] En la plaza central se ubica la estructura principal que mide 17 metros de largo y que con su templo es posible que sobrepasara los 10 metros de alto, el Tecpan que debió alojar a los gobernantes y una serie de estructuras rectangulares.
[5] Desde el Pahñú se domina el paisaje semidesértico del Valle del Mezquital y la elevación del Hualtepec o Cerro del Astillero, que de acuerdo con diversas investigaciones, es el mítico Cerro Coatepec (“Montaña de la serpiente”) en la mitología mexica era el lugar donde nació Huitzilopochtli.
[1][7] Temporalmente es contemporánea de la ciudad de Teotihuacán, pero sigue un desarrollo paralelo e independiente que le permite sobrevivir al colapso de la urbe y mantener las redes comerciales en la región, por lo que llegó a convertirse en una unidad regional importante en el epiclásico.