Al principio solo llegaba a los 33 MHz, que básicamente daba la misma tasa de 266 MB/s.
El resultado conjunto se presentó como PCI-X al PCI Special Interest Group de la Association for Computing Machinery.
Su aprobación posterior lo convirtió en Estándar abierto, adaptable a todos los desarrolladores informáticos.
La cantidad de datos máxima teórica con PCI-X es 1.06 GB/s, comparada con los 133 MB/s del PCI estándar.
PCI-X 2.0 realiza revisiones adicionales al protocolo que están diseñadas para ayudar a la fiabilidad del sistema y añadir códigos de corrección de errores al bus para evitar reenvíos.
Aunque la variedad de ventajas teóricas de PCI-X 2.0 y su compatibilidad hacia atrás con dispositivos PCI-X y PCI, no se ha implementado a gran escala (hasta 2008).
Esta ausencia se debe a que los distribuidores de hardware han preferido integrar PCI-Express en su lugar.
A menudo se confunde PCI-X con PCI-Express, normalmente abreviada como PCI-E o PCIe.
Aunque ambos son buses de alta velocidad para ordenadores y periféricos internos, se diferencian en muchas cosas.
PCI-X sufre una serie de desventajas tecnológicas y económicas respecto a PCI-Express.