[2] En esta situación, Masaryk "reconoció que la gente no poseía aún la experiencia y tolerancia necesarias para la existencia de un gobierno parlamentario"[3] y pensó que sería necesaria la existencia de una institución no oficial para mantener el control político.
Aunque la opción de la dictadura hubiera sido la más sencilla para Masaryk, sus convicciones democráticas descartaban esta alternativa.
[5] La Pětka ayudó a controlar la crisis económica que produjo una gran inflación en toda Europa en los años 1922-1923.
Esta situación llevó a que se describiese al país, dominado por la Pětka, como "estable internamente y respetado internacionalmente".
Los políticos checos y eslovacos comenzaron a discutir sobre problemas que habían sido arrinconados anteriormente.