Como intérprete, se especializó en el género de ópera.
Inició su carrera en 1927, en la compañía de ópera mexicana del maestro Castillo Guido.
En 1938, trabajó como actor de carpas con Roberto Soto.
Como actor teatral, destacó por obras como Arsénico y encajes, Criada malcriada, y Don Quijote de la Mancha.
Al final de su carrera, intentó incursionar en televisión, un medio que nunca fue de su agrado a pesar de tener éxito con el programa Mujeres, mujeres y algo más.