Durante seis años, OLPI instauró un reino de terror mediante asesinatos internos en el movimiento republicano irlandés, especialmente contra miembros del EILN, y con las disputas internas entre sus jefes, Jimmy Brown y Sammy Ward.
Los jefes del OLPI abandonaron el EILN en 1986 ya que el grupo anterior había sido infiltrado por agentes e informantes de la Real Policía del Ulster, en particular el informante Harry Kirkpatrick que se convirtió en supergrass (confidente) y ayudó a la detención de gran parte de los líderes del EILN.
En marzo de 1986 INLA vengó sus mártires y asesinaron a Gerald Steenson, el líder oficial del OLPI.
Tras la disputa que acabó a finales de los ochenta, los jefes de OLPI se pusieron el uno contra el otro, con dos facciones dirigidas por Jimmy Brown (el Army Council; "Consejo Militar") y Sammy Ward (la "Belfast Brigade") peleando entre sí por el control del narcotráfico en algunos barrios norirlandeses.
En 1990 OLPI-BB mató a Jimmy Brown en Belfast,[1] y Sammy Ward parecía el siguiente jefe de OLPI.