En contraste, el Derecho divino tiene por objeto la autoridad de Dios, y el derecho positivo tiene por objeto la autoridad del gobierno.
El término fue utilizado por Hans-Hermann Hoppe en su libro "Democracia: El Dios que falló.
Monarquía, democracia y orden natural" para designar al anarcocapitalismo.
El término es utilizado por Friedrich von Hayek en sus escritos.
El filósofo argentino Carlos Sacheri, de tradición aristotélico tomista apela a este concepto para describir la procedencia de la moral católica, la cual no proviene necesariamente por revelación divina sino que puede ser aprehendida a través de la razón incluso por los no creyentes, contemplando un determinado orden que Dios impuso a su creación.