Oración del Huerto (Botticelli)

Pertenece al conjunto artístico que aportó la reina Isabel la Católica para la decoración de dicho templo.

Aunque la composición es sencilla, Botticelli no deja por ello de prestar atención a algunos detalles del paisaje, como la empalizada.

La pintura refinada, armoniosa, idílica a veces y siempre de incuestionable poética que personalizó al Botticelli caracteriza la tabla en general.

El virtuosismo irrenunciable del dibujo, la calidad y textura de las gamas cromáticas o la armonía absoluta que es ánima del sencillo y luminoso país, se identifican con las maneras artísticas del pintor de Lorenzo de Médicis.

Iconográficamente el momento reflejado es dramático, aquel en el que Cristo fue consolado en su dolor por un ángel.