Optima

Entre sus influencias podemos observar los alfabetos grabados en piedra en la Roma Antigua, así como las tipografías propias de comienzos del renacimiento.

El diseño Optima sigue los parámetros de las tipografías humanistas, pero su variante itálica es una oblicua.

En 1950 hizo sus primeros bosquejos mientras visitaba la iglesia de Santa Croce, en Florencia, viendo unas letras que fueran grabadas en el suelo en 1530.

En 2002, junto con Akira Kobayashi, Hermann la rediseña de nuevo, ajustándola y expandiendo la familia, dando como resultado la Optima Nova.

1 Son la elegancia clara y simple de sus formas sin serifas, junto con sus toques tallados afilados, es una tipografía popular en todo el mundo.

No son monolíneas y se puede afirmar que tienen una versión romana pero sin serifas, es decir sin remates en las terminaciones.

Si bien el darle forma a los trazos ha quedado atenuado, la versión definitiva tiene aun un estilo de las inscripciones lapidarias.