La consecuencia fue la terminación del gobierno de su Nizam, anexando su estado en la Unión India.
La operación tuvo lugar después que Ali Khan, Asaf Jah VII, decidió no unir el Estado de Hyderabad a la India o Pakistán tras la partición de la India.
Al finalizar las hostilidades y desarmados los musulmanes, los hinduistas con el apoyo del ejército indio llevaron a cabo masacres contra la minoría musulmana que conformaba en torno al 12% de la población.
Fue en este contexto que el Nizam, en ese entonces el hombre más rico del mundo, deseaba mantener la independencia de su estado.
Los indios sin embargo, se mostraron cautelosos de tener un estado - y posiblemente hostil - independiente en el corazón de su territorio, y se decidieron a asimilar Hyderabad en la Unión India, de la misma manera que los otros 565 estados reales que ya se habían adherido.