Esa resistencia requería fondos para operar, y los recursos del gobierno polaco en el exilio, entregados a través de los cichociemni (comando de mensajeros), eran limitados.
[2] El plan era bloquear la carretera en un lugar específico, disparar al personal alemán que intentaba despejarla y llevarse el dinero.
El plan se llevó a cabo con éxito, con el camión redirigido a un pequeño callejón, todo el personal alemán, incluido un vehículo escolta, rápidamente eliminado (según un informe, los alemanes sufrieron nueve bajas y siete heridos, según otro, seis muertos y seis heridos, solo uno de los insurgentes polacos resultó herido) y el camión fue capturado.
Aproximadamente 50 insurgentes polacos participaron en la operación, que duró solo dos minutos.
[4] Los esfuerzos de investigación alemanes, a pesar de una gran recompensa por los informantes, no produjeron resultados, y los alemanes ni siquiera estaban seguros de quién había llevado a cabo las operaciones: los insurgentes o delincuentes comunes, lo que no llevó a represalias contra la población civil (una situación común táctica utilizada por los alemanes para desalentar las operaciones de resistencia).