Onomatopeya

Ejemplos típicos de onomatopeyas son «bum», «clap», «pam», «ah», «bing», «clic», «pum», «cabum», «fui fuiu», etc.El idioma japonés es posiblemente la lengua más rica en onomatopeyas, ya que estas se encuentran incorporadas en el habla cotidiana y se utilizan tanto para describir sonidos como figuras o para enriquecer acciones.En la creación literaria, la onomatopeya busca reflejar algo más que el sonido, bien mediante palabras como en “el chasquido del látigo", "el borboteo de un líquido caliente" o "el chisporrotear de la leña ardiendo", que además del sonido parecen reflejar la acción misma.Las visuales, utilizadas en la poesía de vanguardia desde Apollinaire, pueden emplear la metáfora gráfica o caligrama.Frecuentemente, las onomatopeyas se emplean para describir el sonido emitido por animales, variando entre distintos idiomas.
Onomatopeya de una bomba.