Oleg Gordievski

Finalmente, se incorporó al KGB, en 1963, y fue enviado como agregado de la embajada soviética en Copenhague, Dinamarca.Desde allí se dirigió a la frontera finlandesa, donde abordó un coche de la embajada británica.Una vez escondido en el baúl o maletero del vehículo, fue «contrabandeado» hacia la neutral Finlandia.Gordievski fue consecuentemente condenado a muerte en ausencia, por el delito de traición,[1]​ una sanción nunca retirada por autoridades rusas postsoviéticas.[5]​ Más recientemente, ha afirmado que hay cientos de exagentes del KGB diseminados por el mundo, y muy especialmente en América Latina.Entre otros, mencionó el caso de «Luna», una espía que desertó en 1975, mientras cumplía una misión en Buenos Aires.Dijo haber tomado las tabletas el 31 de octubre, es decir, tan solo dos días antes.