Se forma a partir de pliegues en la piel del embrión, al contrario que los ojos de los vertebrados, formados a partir del diencéfalo.
Los rabdómeros no crecen a lo largo de la vida del animal, pero sí que aumentan su número proporcionando agudeza visual extra con la edad.
[4] Varios tipos de cefalópodos, sobre todo calamares y pulpos, y potencialmente sepias, tienen ojos que pueden distinguir la orientación de la luz polarizada.
Esta sensibilidad se debe a la organización ortogonal de los fotorreceptores vecinos.
(Los cefalópodos tienen células receptoras llamadas rabdómeros similares a las de otros moluscos).