Esto significaría que el fenómeno fue 20 millones de veces más potente que la radiación electromagnética más potente jamás emitida por un objeto extragaláctico y
Estaba tan cerca de la velocidad de la luz que si un fotón iniciara una carrera con la partícula, serían necesarios 215.000 años para que el fotón aventajara a la partícula en 1 cm.
Aun así, solo una pequeña fracción de esta energía podría utilizarse para una interacción con un protón o neutrón en la Tierra, puesto que la mayor parte de la energía se desprendería en forma cinética una vez disipada tras la colisión.
donde E es la energía de la partícula, y m es la masa energética del protón.
Partículas con tal energía serían necesarias para explorar la longitud de Planck.
Un protón con la misma energía viajaría a 0.00000000000000000000049% de c más rápido que la partícula Oh-My-God.
Visto desde la Tierra, un fotón tardaría 3.579 x 1020 años, o 2,59 x 1010 veces la actual edad del universo para adelantar en 1 centímetro a un protón con la energía de Planck.
Desde la primera observación, al menos quince eventos similares han sido registrados, confirmando el fenómeno.
Estos rayos cósmicos de energía ultra-alta son eventos extremadamente raros.
La energía de los rayos cósmicos habituales oscila entre los 10 MeV y los 10 GeV.