Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería
[1] El SAIME se ha convertido en un foco de preocupaciones significativas en cuanto a las violaciones de derechos fundamentales hacia los ciudadanos venezolanos, especialmente en lo que respecta al derecho a la identidad.[2] Los antecedentes históricos del Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería se remontan a la primera mitad del siglo XX, cuando surge la necesidad del control de la identidad y registro de las migraciones con claros criterios policíacos, debido a los movimientos migratorios originados por la Segunda Guerra Mundial hacia América.Esta institución constituye un elemento clave en la sociedad venezolana, pues regula la identificación ciudadana en el país.La plataforma del SAIME venia siendo administrada desde el 2011 por una empresa cubana Albet Ingeniería y Sistemas, en julio de 2022 una nueva empresa argentina Exclé C.A asesora en tecnología biométrica inició el manejo del sistema informático.[6] Desde 2018, el director general, Gustavo Vizcaíno, es quien coordina las acciones entre este Ente y el estado venezolano para cumplir las demandas de la población.[7] El SAIME se encarga de la identificación y registro de los ciudadanos en Venezuela, la emisión del pasaporte venezolano, las solicitudes formadas por ciudadanos extranjeros, entre otros documentos y servicios adicionales.Un servicio no categorizado pero relevante, es la entrega del Carnet de movilidad fronteriza.de comunicación oficiales que pueden ser empleados por los ciudadanos para realizar denuncias o sugerencias a la institución.Los pasaportes mantienen un costo de US $108 por prórroga y US $216 por pasaporte nuevo[11] La crisis de identificación en Venezuela ha impactado profundamente tanto a los ciudadanos que permanecen en el país como a aquellos que han emigrado.La escasez de materiales, los trámites burocráticos excesivamente lentos y costosos, y la obligación de realizar estos procedimientos en persona en Venezuela, han llevado a muchos ciudadanos a buscar alternativas en el mercado negro digital.[12]Los grupos en redes sociales como Facebook se han convertido en un mercado clandestino para la gestión de documentos venezolanos.