Ocupó altos cargos en la Iglesia (obispo de Beauvais, arzobispo de Toulouse y par de Francia).
Con dieciséis años de edad Clemente VII le creó cardenal en el consistorio de noviembre de 1533, pero en 1561 se pasó a la Iglesia reformada y llegó incluso a casarse con Isabeau de Hauteville.
Fue excomulgado por Pío IV en 1563 y degradado de su dignidad cardenalicia y de todos sus beneficios eclesiásticos.
Su papel como líder de los hugonotes durante las Guerras de religión de Francia motivaron que en 1568 se viera obligado a huir a Inglaterra, en donde murió en 1571 envenenado por su criado.
Recibió sepultura en la capilla de la Trinidad de la catedral de Canterbury.