Más tarde murió asesinada en la masacre de 1995 que tuvo lugar en la misma localidad.
[5] En los cien días que siguieron al asesinato -en abril de 1994- del dictador Juvénal Habyarimana, según casi todas las fuentes fueron ochocientos mil los ruandeses (aunque algunas fuentes sitúan la cifra por encima de un millón) asesinados por sus compatriotas y, en algunos casos, por sus mismos vecinos.
[8] Solo las visiones de las primeras tres videntes (Alphonsine, Nathalie y Marie Claire, de diecisiete, veinte y veintiún años respectivamente) recibieron la aprobación solemne del obispo local, Augustin Misago.
Este último, que anteriormente no creía en Dios, se convirtió en un cristiano evangélico.
La escuela donde tuvieron lugar las visiones se convirtió en el escenario de una matanza durante el genocidio.
En 2003 se llegó a un acuerdo entre la iglesia local y la Sociedad del Apostolado católico (Palotinos).
Se acordó que el rectorado del santuario entraría a formar parte de los Padres Palotinos.