[1] Ha recibido múltiples reconocimientos nacionales e internacionales por su lucha en favor de las mujeres en la infancia.
Entre 1977 y 1980 dirigió asociaciones estudiantiles en el Instituto María Luisa Samayoa Lanuza.
En 1982 se exilió a Nicaragua donde participó en la fundación de la Coordinadora Centroamericana Monseñor Romero, regresando al país cinco años después.
En 1996 también fundó la Casa de Servicios en Derechos Humanos, Agrarios y Laborales Su vida quedó marcada en 1999 por la violación de su hija y la batalla para que el responsable, su padrastro, el exguerrillero Arnoldo Noriega fuera condenado.
El sistema judicial era lento, un caso tardaba años en llegar a los tribunales y no existía asistencia jurídica ni psicológica para las víctimas.