Non ci resta che piangere

[1]​ El bedel de una escuela, Mario (Massimo Troisi), y el maestro Saverio (Roberto Benigni) están en un auto frente al cruce de una vía, esperando a que pase el tren.Poco después, el auto deja de funcionar, se hace la noche y comienza a llover.Logran divisar una luz a lo lejos que resulta ser un pequeño hotel con un antiguo letrero de madera.Sus risas se detienen cuando una lanza atraviesa el pecho del hombre, matándolo.Bajan rápidamente las escaleras para saber que ha sucedido y asombrados se dan cuenta de que han viajado a través del tiempo hacia el año 1492 y se encuentran en un pequeño poblado llamado Frittole.