Siguiendo hacia el otro extremo, se ubicó el Gran Comedor con capacidad para 900 comensales y altoparlantes que reproducían la orquesta del restaurante.
En el sótano se ubicaron las dependencias del garde manger, el frigorífico, refrigeradores y confitería.
En el subsuelo se construyó un patio andaluz, un Grill Room y un bar, a la usanza de la época.
Las camas originales eran rebatibles, de tal manera que los dormitorios podían ser usados como salita durante el día.
El Gran Comedor tuvo que recibir un tratamiento estético destinado a disimular las columnas y vigas necesarias para emplazarlo en el primer piso de un terreno irregular.