[1] Se suele usar el término hidrófobo para una sustancia apolar, debido a la similitud de comportamientos: un hidrófobo es aquel o aquello que repele u odia al agua[2] y las sustancias apolares no se disuelven en agua a pesar de ser líquidas (como el aceite).El agua es un disolvente polar,[3] y por tanto, solo puede albergar moléculas polares.Esto se basa en que a niveles microscópicos, algo se disuelve en una sustancia cuando aparecen unos puentes moleculares entre las partículas de disolvente y de soluto.Estos puentes (o fuerzas intermoleculares) aparecen entre las zonas con cargas distintas en ambas sustancias.El agua es una molécula polar (tiene dos zonas con distinta carga, positiva y negativa) y cualquier cosa que se quiera disolver en ella, ha de ser polar, para poder establecerse dicho enlaces.