Nkosi Johnson

[1]​ Al momento de su muerte, era el niño nacido con VIH positivo que había sobrevivido más tiempo.

Nkosi era VIH positivo desde su nacimiento, siendo legalmente adoptado por Gail Johnson, un practicante de Relaciones Públicas de Johannesburgo, cuando su propia madre, debilitada por la enfermedad, ya no podía cuidarlo.

[3]​ El joven Nkosi Johnson llamó la atención pública por primera vez en 1997, cuando una escuela primaria en el suburbio de Melville, en Johannesburgo, se negó a aceptarlo como alumno debido a su estado seropositivo.

El incidente causó revuelo en los más altos niveles políticos: la Constitución de Sudáfrica prohíbe la discriminación por motivos médicos y la escuela luego revocó su decisión.

Su propia condición empeoró constantemente a lo largo de los años, aunque, con la ayuda de medicamentos y tratamiento, pudo llevar una vida bastante activa en la escuela y en el hogar.