Nixon en China

Para crear los sonidos que la ópera requería, Adams aumentó la orquesta con una amplia sección de saxofón, percusión adicional y sintetizadores electrónicos.

Sin embargo, se ha representado en bastante ocasiones desde entonces, tanto en Europa como en Norteamérica, además de dos grabaciones a la misma.

El presidente intercambia saludos con el primer ministro chino, Zhou Enlai, quien encabeza la fiesta de bienvenida.

Nixon y Kissinger entran con Zhou; Mao con el presidente conversan sobre banalidades mientras los fotógrafos inmortalizan la escena.

Nixon, un político que hasta entonces se había destacado por su anticomunismo, anuncia: «Todos, escuchen; sólo permítanme decir una cosa.

Posteriormente visita una comuna donde es recibida con entusiasmo; al observar a los niños jugar en las escuela se emociona profundamente: «Solía ser maestra hace muchos años», canta, «y ahora estoy aquí para aprender de ustedes».

Luego se traslada al Palacio de Verano, donde en un aria contemplativa observa un futuro pacífico para el mundo («Esto es Profético»).

Una vez caído el telón, la mujer Mao, Jiang Qing, enojada por la aparente mala interpretación del mensaje de la ópera canta una áspera aria: «Soy la Esposa de Mao Zedong», alabando la Revolución Cultural y glorificando su parte en ella.

Mientras se encuentran en sus respectivas camas, los principales protagonistas reflexionan sobre sus historias personales en una serie surrealista de diálogos entrelazados.

Pero Nixon y Mao se preguntan si han cumplido sus sueños de la juventud.

Nixon en China se ha grabado (a fecha de 2011) dos veces, la primera vez por Nonesuch Records en 1987, con todo el elenco del estreno en Houston en sus personajes originales.