[1] Era una casa requisada a un militante del MIR, ubicada en un antiguo barrio completamente residencial.Tenía una reja de fierro en su exterior y una entrada para autos que conducía directamente a un taller mecánico con pequeñas celdas en las que colgaban a los detenidos.[2] Los detenidos permanecían siempre vendados, privados de alimentos y agua, incomunicados con el mundo exterior, impedidos de dormir y sometidos a constantes interrogatorios.Los fallecidos debido a la tortura eran trasladados en helicóptero para ser arrojados al mar o enterrados en los terrenos militares de Peldehue.[3] Algunos de los casos confirmados que fallecieron en tortura en este lugar son: Comúnmente para fechas simbólicas o en efemérides, se realizan actos en el lugar en recuerdo de las víctimas.