Durante su estancia en este equipo disputó un total de 75 partidos oficiales y marcó un gol.
En febrero del año siguiente sufrió una lesión que le mantuvo alejado de los terrenos de juego 7 semanas.
Participó en la Copa de la UEFA con su equipo, llegando a la final, en la que el Zenit ganó por dos goles a cero al Glasgow Rangers.
Ese fue el mayor éxito en la historia del Zenit de San Petersburgo.
Ese mismo año el equipo ganó la Supercopa de Europa al imponerse al Manchester United F. C. por dos goles a uno.