Nicolas Kiefer

Fue top ten a principios de 2000 y se mantuvo vigente dentro de los 50 mejores jugadores del mundo por más de una década.

Su estilo de juego se basaba en buenos golpes desde el fondo y su mayor virtud era la movilidad de piernas que eran incansables y de reacción increíbles.

Solía ser un jugador muy sólido y el rival debía ganarle el partido porque él rara vez regalaba un punto.

Si bien no tenía gran dosis de talento en su juego ni ningún golpe de definición, esa regularidad le alcanzó para mantenerse siempre como un rival de sumo cuidado para cualquier contrincante y sobre todo en cancha de cemento.

En ladrillo y césped no obtuvo buenos resultados.