Nicolás de Holanda fue un maestro del vidrio oriundo de los Países Bajos[1] activo en Castilla en el siglo XVI.
Casado con Casilda de Holanda, entre los años 1535 y 1536 aparece trabajando en la catedral de Ávila.
Ejecuta la obra en 1544, aportando al conjunto dos piezas: La Visitación y La tentación de Jesús en el desierto, que después asentaron personalmente los Pierres.
[4] Un año más tarde su amigo el escultor Juan de Juni lo llama a Valladolid, donde adquiere dos terrenos lindantes a otros comprados por el escultor; además, fue nombrado por Juni como su testamentario.
Los terrenos adquiridos junto a los del escultor fueron cedidos por la viuda de Holanda al mismo en 1549.