Niccolò di Pietro da Villaganzerla, conocido como Niccolò Pizzolo (Villaganzerla, 1421 - Padua, antes del 18 de diciembre de 1453) fue un pintor y escultor italiano activo durante el primer Renacimiento.
Giorgio Vasari lo hace alumno de Francesco Squarzione, en cuyo taller posiblemente conoció a Andrea Mantegna.
Según la tradición, colaboró (1434-1437) con Filippo Lippi y Ansuino da Forli en las decoraciones de la Capilla del Podestà de Padua, para la que realizó un Dios Padre en la cúpula.
Por la extrema juventud de Pizzolo en la época de dichos trabajos es posible que su aportación se produjera algo después, aunque es innegable la influencia que Lippi ejerció en su estilo.
De las escasas obras que de su mano han llegado hasta nuestros días se puede deducir que su arte tendía puentes entre el arte paduano representado por Mantegna, con su amor por el diseño y la perspectiva clasicista, con el estilo toscano, que prestaba mayor atención al detalle realista.