Una neumoencefalografía (a veces abreviada como PEG) era un procedimiento médico en el cual la mayor parte del fluido cerebroespinal es drenado de la cavidad craneana y reemplazado con aire, oxígeno o helio para permitir que las imágenes de rayos X muestren una mayor definición.Este procedimiento se deriva de la ventriculografía, un método más temprano y primitivo en el cual el aire era inyectado directamente a través de orificios practicados en el cráneo.[1] La neumoencefalografía fue un procedimiento ampliamente ejecutado durante los primeros años del siglo XX, pero resultaba extremadamente doloroso; al punto que la mayor parte de los pacientes no lo toleraba.[3] Al día de hoy, la neumoencefalografía se encuentra limitada al campo de la investigación y se utiliza en muy raras circunstancias.Un procedimiento relacionado es la neumomielografía, donde se utiliza gas en forma similar para investigar el canal espinal.