La superficie es rugosa y la consistencia más dura que el resto de especies del orden Alcyonacea, o corales blandos.
Forman esqueleto interno, en la mesoglea, por secreción de espículas córneas y calcáreas.
Los pólipos, en fuerte contraste con el rojo de su tejido exterior, son blancos o amarillos.
Si le falta alimentación retrae los tentáculos y se contrae, reduciendo su tamaño considerablemente.
Aparte de mantener los parámetros habituales (salinidad, calcio, magnesio, dureza, nitratos y fosfatos) en niveles adecuados, conviene aditar elementos traza y especialmente yodo.