Neith es el nombre que recibió un hipotético satélite natural del planeta Venus cuya existencia fue discutida durante los siglos XVII, XVIII y XIX.
Ya en 1645, el astrónomo italiano Francesco Fontana afirmó haber descubierto un satélite alrededor de Venus, si bien su anuncio no tuvo ningún eco o repercusión.
En 1740 el astrónomo inglés James Short observó de nuevo el satélite, seguido en 1759 por Andreas Mayer y en 1761 por Joseph Louis Lagrange, quien tras observar de nuevo el satélite, estimó que éste tenía un plano orbital perpendicular al plano orbital terrestre.
Durante ese mismo año el objeto se haría visible alrededor de 18 veces a otros 5 observadores.
En 1768 Christian Horrebow observó de nuevo el satélite, en Copenhague, tras lo que se produjeron varias búsquedas del mismo, incluyendo una realizada por William Herschel.