Entre sus características estaba su pelaje negro y el pañuelo rojo que llevaba amarrado al cuello, aunque también poseía un pañuelo de color azul y otro de color blanco que eran colocados por los estudiantes.[2] Durante las protestas estudiantiles de 2011 Negro Matapacos obtuvo su apodo y se hizo conocido por aparecer durante las marchas callejeras ladrando y amenazando a los «pacos», coloquialismo utilizado en ese país para referirse a los carabineros, la policía uniformada local, lo cual generó simpatía entre los manifestantes.Continuaría con sus apariciones en manifestaciones a lo largo de la década,[2] ganando fama entre estudiantes y ciudadanos que realizaban fotografías del perro y las compartían en redes sociales, incluso generando un perfil dedicado a Negro Matapacos en Facebook.[12][13] En otras ciudades de Chile también han aparecido homenajes al perro, como una estatua instalada en Iquique y un mural en Temuco,[14][15] así como también se instaló un altar con una estatua del perro afuera del Centro Cultural Gabriela Mistral en Santiago.[18][19][20][21] Posteriormente Solá creó una nueva estructura junto a los escultores Fernando de Calisto y Jaime Torres, esta vez reforzada con planchas de metal; no obstante aquello, fue nuevamente vandalizada y quemada.