También jugó al golf aunque no mejoró su técnica, porque según dice "estaba concentrado en tararear cada canción nueva.
"Gracias a la maestra Gladys Bermejo ahora me siento todavía más confiado en mis posibilidades.
Tengo coros menos cantados en el disco porque le puse más sentimiento e improvisación al acompañamiento.
Me metí mucho con las melodías pegajosas porque gozaba el momento de la interpretación, del canto", sostiene.
Porque asegura que así se mantiene activo el sentido del oído.
De tanto trabajo llegó un momento que se me acabaron las palabras.
Trabajar con un productor es muy enriquecedor porque te da el punto de vista ajeno.
Si esta canción fuera un color, seguramente sería azul claro, que me parece muy atractivo, visualmente agradable.
Creo que obedece mucho a mi necesidad de buscar otros aspectos personales del canto", apunta Kalimba.
"«Te siento mía» sería verde claro, es una onda reggae con mucho piano, guitarra.
Para «Luna» se imagina que la mejor definición va con el naranja de un atardecer.
La sorpresa más notable es la versión que Kalimba hace de «Norwegian Wood», de The Beatles, a la cual le incluye su estilo en rap, mezclado con ritmos más rápidos y acelerados.