Algunas pueden llevar otro botón deslizante para bloquearla en la posición de reposo.
[1] En Francia, durante el siglo XIX, estaban disponibles navajas plegables marca Châtellerault en versiones tanto automáticas como abiertas manualmente en varios tamaños y longitudes.
Tenía un muelle en toda su longitud que se podía activar con una palanca lateral, presionando la palanca en lugar del típico botón del mango.
[2] Por sus características de rápida extracción-ocultación y el alto potencial para abusar de su uso, la navaja automática está generalmente considerada legalmente como una verdadera arma blanca, y prohibida en ciertos países (o estados).
[3] Están prohibidos la manufactura, importación, comercio, uso y tenencia de navajas automáticas.