Aunque también se puede realizar en una piscina con el agua a una temperatura próxima a 0 °C (pero puede variar hasta los 15 °C, dependiendo de la región), temperatura de congelación del agua.
La natación de invierno se fundamenta en nadar con el agua a temperatura ambiental durante esta estación del año.
Se recomienda no sumergir en el agua helada la cabeza (y con ello el pelo).
Lo más recomendable es iniciar el entrenamiento 1 vez por semana durante el verano (si se pueden más frecuencias mejor), pero también la ducha alternante de agua caliente y fría es buen entrenamiento.
La natación en agua helada, cercana al punto de congelación, se considera deporte extremo.