La mandíbula probablemente tenía músculos poderosos y la dentadura superior e inferior contaba con puntas aserradas, adecuadas para cortar plantas.
La zona posterior del paladar e interior de la mandíbula, se encontraba densamente tapizada con estructuras similares a dientes con forma de clavija, que proporcionaban una amplia superficie para triturar y moler el alimento.
La vela dorsal de Edaphosaurus estaba soportada por espinas vertebrales muy alargadas desde el cuello hasta la región lumbar.
Alfred Romer y Price[2] sugirieron que las proyecciones vertebrales de Edaphosaurus pudieron estar inmersas en tejido denso bajo la piel, sirviendo como reserva alimenticia o grasa similar a la joroba de los camellos.
Bennett[3] propuso que las prolongaciones espinosas se hallaban expuestas y su función consistía en incrementar la turbulencia del aire para hacer más eficiente el enfriamiento de la superficie de la aleta para regular la temperatura corporal.