Se supone que las ruinas reflejan el ascenso y caída del reino de Silla.
Según la leyenda, un día del 69 a. C., Seobeol (cacique de la aldea Goheo) observó un caballo blanco postrado ante el pozo Najeong.
Cuando se acercó al lugar para mirar más de cerca el caballo desapareció pero en su lugar encontró un huevo del que surgió un niño que fue elegido para convertirse en rey a la edad de 13 años.
El santuario Yangsanjae fue construido en honor de los legendarios líderes tribales que vivían en seis pueblos diseminados por la llanura en la que más tarde fue fundada Serabeol, nombre de Gyeongju durante el periodo Silla.
Namsan es apreciado entre los turistas no solo por sus ruinas del periodo Silla sino también por la belleza de sus paisajes y su naturaleza.