es un siluro gigante que habita en las profundidades y cada vez que se mueve produce terremotos; no obstante, el kami Kashima es el guardián de la criatura (Namazu) y lo mantiene inmovilizado con una gran roca sagrada llamada Kaname-Ishi; cuando Kashima se descuidaba del ser, Namazu se movía y por ende causaba los terremotos más fuertes.
Hacia mediados del siglo XIX, se refuerza esa hipótesis tras el terremoto que arrasó Edo (El actual Tokio) en 1855.
Algunos dibujos fueron vendidos como pergaminos para proteger a su propietario de futuras desgracias, y en otros casos alabando a la criatura al ir creando terremotos, van cambiando el mundo de una manera más positiva que negativa, siendo adorado como un yonaoshi daimyōjin (deidad de la rectificación del mundo).
En Dragon Ball GT, el personaje Zunama está basado en Namazu.
En el juego de Pokémon, Rubí y Zafiro, Whiscash se basa en el Namazu.