Según el Shoku Nihongi, su razón del traslado fue que la nueva ubicación tenía mejores rutas acuáticas.
En el 785, el administrador en cargo de la nueva capital, Fujiwara no Tanetsugu, fue asesinado.
El hermano del emperador, el Príncipe Sawara estuvo implicado y exiliado en la provincia de Awaji, en donde murió rumbo a ese lugar.
Entre las razones estuvieron las frecuentes inundaciones de los ríos que prometían un mejor transporte, las enfermedades causadas por las inundaciones, que llegaron a afectar a la Emperatriz y al Príncipe de la Corona y el miedo del espíritu del Príncipe Sawara.
Las excavaciones del lugar comenzaron en 1954 y revelaron los restos de una puerta en la residencia imperial.