Este material denso es arrastrado a una velocidad de 115 000 km/h, impidiendo que el viento estelar, que posee una velocidad mucho mayor, empuje la materia a lo largo del ecuador.
No obstante, las líneas que van de dentro a afuera en el anillo exterior (en la capucha) no tienen todavía explicación, si bien su origen puede deberse a la colisión entre gases de baja y alta velocidad.
Esta colorida nebulosa fue descubierta en 1787 por el astrónomo británico sir William Herschel.
En el año 2000, el telescopio espacial Hubble tomó una fotografía de la nebulosa que la hizo famosa en todo el mundo.
Si bien es bastante brillante (magnitud +8,3), para observar algún detalle se necesita un telescopio grande con buen aumento, y probablemente un filtro nebular.