Único futbolista uruguayo que jugó seis finales de Copa Libertadores.
En ese equipo había jugadores que habían sido campeones mundiales y autores del maracanazo en 1950 como Óscar Miguez, Víctor Rodríguez Andrade y William Martínez.
Fue tricampeón de América y bicampeón del mundo.
Es conocida su anécdota de que siendo considerado de los mejores centrocampistas del mundo, decidió jugar toda su carrera en el Club Atlético Peñarol, a pesar del interés del Real Madrid de adquirir su ficha, a lo que el jugador se negó, respondiendo "Para que irme si ya estoy en el mejor del mundo".
Marcando un amor al club que lo ha vuelto inmortal incluso en las nuevas generaciones acostumbradas a ver a sus jugadores irse al exterior sin la ambición de quedar en la historia grande del club.