[2][3][4] Se trata de uno de los árboles del monteverde canario que muestra una mayor valencia ecológica pudiendo encontrarla en las formaciones más secas y en las más expuestas al viento.Las femeninas son menos visibles al estar algo escondidas bajo las hojas, se colocan no tan apretadas como las masculinas.Se conocen con el nombre de creces o fitos y pueden comerse, dejando la lengua un poco áspera.Sin embargo, a diferencia de estos otros árboles, puede multiplicarse en zonas cerradas y poco luminosas por su capacidad de producir chupones que sustituyen al tronco inicial, dando lugar a una estructura característica en la que los chupones de diferentes generaciones rodean al tronco ya muerto o al hueco vacío que este ocupó si ya hubiera sido descompuesto.[7] El taxón fue originalmente descrito como Myrica faya por el botánico escocés William Aiton y publicado en Hortus Kewensis en 1789.Sin embargo, tras varias revisiones taxonómicas varias especies del género Myrica se incluyeron en el de Morella, siendo publicada como Morella faya por el botánico estadounidense Robert Linch Wilbur en Sida en 1994.[8][9] Presenta los siguientes sinónimos:[3] Se utiliza mucho para fabricar horquetas, horcones, horquetones y varas.Su madera puede aprovecharse para construir pequeños utensilios domésticos, hastías en La Gomera, etc. Se conoce generalmente como faya o haya canaria.