Las hojas, venenosas, tienen bordes enteros o algo dentado apicalmente y están cubiertas de pequeñas glándulas translucidas.En la península ibérica, se cultiva con frecuencia en las Islas Baleares, Cataluña, Comunidad Valenciana, Región de Murcia, Andalucía, Extremadura, Ceuta, Portugal, Islas Canarias y en general en zonas de clima cálido o suave.Está naturalizado en bordes de caminos y baldíos del litoral, donde a menudo se extiende como planta invasiva.[2] Se cultiva como planta ornamental o para formar setos en las provincias más cálidas, donde sustituye al aligustre.[6] Los maoríes frotaban las hojas sobre la piel para repeler mosquitos y jejenes[7] Las hojas contienen una toxina que daña el hígado llamada ngaiona[8] la cual causa enfermedad e incluso la muerte en ganado como es el caso de los bovinos, ovejas y cerdos.