Generalmente se encuentran en los hábitats húmedos favorecidos por sus hongos hospedadores y algunas veces forman densos enjambres.
Las larvas de algunas especies, aunque todavía se asocian con hongos, son al menos, en parte, depredadoras.
[2] En algunas especies, esto se restringe a la etapa larval, pero en otras, esta característica es retenida por las pupas y los adultos.
Estos no son micetofílidos stricto sensu, sino que pertenecen a la familia Keroplatidae.
Los micetofílidos, incluidos algunos géneros existentes, están bien conservados en depósitos de ámbar y el grupo parece haber estado bien establecido y diversificado a más tardar en el período Cretácico.